“LOS VIAJES DE MI CUERPO, UN ACTO DE LIBERTAD ABSOLUTA”
ENTREVISTA CON ROSA NISSÁN
Por Mónica Gameros
Tuvimos el agrado de charlar más íntimamente con Rosa Nissán, autora de Los viajes de mi cuerpo, su quinta novela publicada por Editorial Planeta.
Autora también de Novia que te vea, Rosa Nissán asegura en entrevista que su intención al escribir, no es sino un acto de libertad que busca hacer más libres a las mujeres.
Casada hasta los 40 años, la autora nos asegura que aún está batallando por sacarse los limitantes aprendidos en el pasado, esos que no le dejaron ser independiente, aquellos que le esclavizan a lo que se espera de ella, que le provocan a ser entretenida porque así le educaron.
Hoy Rosa Nissán, tiene más años y más experiencias que le provocan a seguir utilizando la literatura como recurso de exorcismo y cómo instrumento de cambio.
Aquí la entrevista que nos permitió conocer más a una mujer que todavía está en la búsqueda de ser otra más libre y más segura.
Mónica Gameros (MG): ¿Qué significa para ti la escritura?
Rosa Nissán (RN): ¡Para mi, escribir es dar y leer es recibir!
MG: ¿Cuándo empiezas a escribir?
RN: Yo empecé bastante grande porque estuve casada hasta los 40 años y para mi, estar casada fue negarme como persona y ser mujer para otros, hasta entonces no pude hacer otra cosa más que atender a mi esposo y a mis cuatros hijos.
MG: ¿Qué es lo que espera de este libro, Los viajes de mi cuerpo? ¿De alguna manera es un auto exorcismo?
RN: Este es el libro que más me gusta y es en el que pude decir... (me mira y guarda un silencio como para recordar más). Bueno sí dije, en todos he dicho, pero aquí lo que yo quise decir fue A ver las chavas como lo leyeron... Mira, hace dos semanas le presté el libro a la señora que me va a ayudar con la limpieza y al siguiente domingo me lo trajo, y yo quería traerla a que presentara el libro. Se llama Belén, ella nunca había leído un libro sin monitos, nunca había terminado un libro y vino corriendo a mi casa y me dice ¡Ayyy, tenía un miedo de que no me hablara para que viniera, porque tengo mucho que hablar con usted!, y empezó a decirme que el libro se lo acabó. Y pues, ella ve tantas telenovelas que me dijo ¡Tiene que hacer la segunda parte, porque a ver, ¿qué pasó con fulanita, eh? y ¿A ver que pasó con merenganito?, y... ¡ya ve, tiene que hacer la segunda parte!. Yo estaba muy feliz con esa mujer. Por ella, quiero ir a presentar este libro a Zaragoza, a Tepito; quiero ir a presentarlo en esos lugares. Le tengo mucho amor a este libro, yo dije muchas cosas ahí. ¡Si para mi, escribir es dar y leer es recibir, entonces, bueno yo lo que tenía que dar, lo di en ese libro!.
MG: ¿Cuál es la necesidad de exponer a dos mujeres opuestas en tu novela?
RN: Es que aquí yo hablo de una mujer muy reprimida, que era un poco gorda, que estuvo educada para pensar que todas las gordas son horribles, que no le gustan a nadie, y resulta que se encuentra a una mucho más gorda que ella pero que es muy atractiva, gusta mucho a los hombres y entonces dice ¡Ahh!, entonces eso fue un mito, una mentira, porque aquí estoy viendo a esta chava que pesa más de 100 kilos y por lo menos 30 más que yo... La otra chava tiene mucho éxito y es muy seductora, está cómoda en su cuerpo. Por cierto que Olivia se llama la muy gorda y Lola Luna se llama la menos gorda, pero Olivia le grita siempre a Lola Luna Yo estoy gorda, pero no acomplejada como tú.
MG: ¿Cuál es la relación entre estas mujeres?
RN: Al principio se miran como opuestas, se rechazan mutuamente...
MG: ¿Debido a una competencia sexual?
RN: NO, no, no. La otra tenía lo que cada una rechazaba. Lola Luna rechaza a Olivia porque es, no sólo gorda sino muy gorda, y Olivia la rechaza a Lola Luna porque la ve nada coqueta, nada sensual, la ve como una mujer sin chiste, la ve gris y es lo que rechaza, una mujer gris con mocasines, con vestidos oscuros, con vestidos anchos, peinada muy... como una monja casi, y eso es lo que expongo, una monja y una puta casi. ¡Y se van a juntar!.
MG: ¿El concepto de libertad está ligado directamente en la novela con la libertad sexual que tiene el personaje de Olivia en Los viajes de mi cuerpo?
RN: Pues sí, más bien, porque la otra tiene 40 años y sólo ha hecho el amor con su marido, pero ¡ayyy por obligación! o ¡ayyy que latoso, ayy que lata!, sin placer.
MG: ¿Qué representa el personaje de Jerónimo en Los viajes de mi cuerpo?
RN: Es el tercer personaje importante. Los papeles protagónicos son dos mujeres y Jerónimo.
MG: ¿Lola Luna, aprende a soltarse gracias a que aprende a estar en silencio con Jerónimo, verdad?
RN: Sí, porque se siente cómoda, ya no tiene que estar quedando bien, con él nunca tuvo que quedar bien, eso la hizo descansar mucho.
MG: ¿Y Jerónimo ayuda a Lola Luna a liberarse un poco?
RN: Sí ayuda a hacerla sentirse bien con su cuerpo, la acepta gordita, ¡le gusta gordita!... ¡La quiere gordita!. ¡Jerónimo le dice a Lola que es virgen!
MG: ¿Qué significa la libertad para Rosa Nissán?
RN: Pues... pensar por mi misma, yo creo.
MG: ¿Rosa tenía la idea, desde chiquita, de que se tenía que casar y tener hijos, o simplemente se vio obligada?
RN: No, es que no tenía ni siquiera otra opción y ahí lo cuento muy bien, en Novia que te vea, yo desde los 12 o 13 años, ya estaba preparada para casarme. Después me di cuenta de que yo no había escogido; me di cuenta de muchas cosas, porque te pones a escribir y no sabes que va a pasar... no lo sabes. ¡Nadie lo sabe!
MG: ¿Qué piensa ahora?
RN: Que no es necesario que uno se haga harakiri para querer a alguien y para vivir con otro, que es que los dos estén con una vida propia, que no somos uno, ni somos la mitad de ninguna costilla; somos dos que nos queremos y que queremos compartir la vida, pero sin anularnos en aras de... ¿de qué?
MG: Si hoy tuviera treinta años ¿cómo le gustaría que fuera su vida?
RN: Pues como la de todas ustedes que tienen 30 años (Otra vez sus ojos se vuelven redondos mientras guarda silencio y como si saliera de un lugar al que se ha ido momentáneamente, responde). No sé, es muy difícil tu pregunta. Para empezar, ahora muchas mujeres no quieren tener hijos, y yo no estoy segura de... ¡Ni de quererlos ni de no quererlos!; son decisiones muy difíciles. Es muy difícil esa decisión, te puede tomar toda la vida. ¡Y nunca vas a saber si la que tomaste fue la mejor!. Yo no la tuve que pensar, simplemente no tenía... ¡No escogí!. No como ahora, que una muchacha como tú, (que) sí puedes escoger. Y no diría directamente ¡Claro, la maternidad!... ¡No!, ¡por eso es difícil!. Son las decisiones difíciles de la vida, como casarse y no casarse, como tener hijos y no tener hijos... ¡Qué cosas tan difíciles!
MG: Y hablando de decisiones difíciles; ser escritora a veces resulta un acto de altruismo puro y un tipo de terapia mental liberalizadora pero ¿Qué le ha dejado contar ya con seis libros en su carrera como escritora? (Sin pensarlo mucho, Rosa Nissán responde bien segura...)
RN: ¡Es un cambio de vida en absoluto!
MG: ¿Se siente como una lupa? ¿Cómo alguien que estuviera estudiándolo todo? ¿Mira algo en especial?
RN: Sí, claro. Todos los que escribimos tenemos que mirar el mundo que nos rodea. Por eso me gustó tanto viajar sola, porque no tenía que atender a nadie, podía mirar sin sentirme que tengo que entretener. Yo estoy educada para ser simpática, para que el otro esté bien y además también he tenido la locura de creer que tengo que entretener a la gente. Mi mamá también la tiene, entonces ya sé de dónde sale. Así me libero de la necesidad de ser simpática, de entretener a los otros.
MG: ¿Cómo es que alguien que está educada para entretener a los otros, puede guardar silencio y observar al mundo? Parece que tuviera dos extremos, una persona con una parte que es muy divertida, muy hilarante y otra que es muy silenciosa...
RN: Quiero vivir a gusto, sin que me digan ¡Oye no me pelas!;. También mis hijos me reclaman mucho, mi esposo les decía ¡Ya ven, su mamá está en su mundo!, bueno casi no me dejaba ni pensar. Yo tengo cuatro hijos y a las mujeres casi ni tener silencios para pensar nos han permitido. Escuchas ¡Caray oye estás muy callada!... ¡No, ni eso, creo que hasta el silencio nos los quitan!
MG: ¿Cuál sería su mayor acto de libertad entonces, el silencio o la palabra?
RN: ¡No!, ¡Con la palabra!. El silencio todavía no lo sé practicar tanto. Cuando estoy con otro, a veces sigo tratando de ser agradable... sigo tratando. En silencio no se estar con otro muy bien. Cuando estoy conmigo, hablo conmigo misma, es cuando me lo puedo permitir. Es que hay veces en que quiero estar conmigo y hay veces en que no quiero estar conmigo, quiero oir al otro o la otra, porque a mi lo que más me gusta en la vida es conocer gente, ¡es lo más bonito para mi!
MG: Si usted tuviera que sugerir la lectura de su libro, ¿que sería lo que usted diría?
RN: Yo pienso que te va a hacer más libre y por eso te lo recomendaría; yo pienso que te va hacer mejor persona!. ¡Es mi ideal!.
MG: ¿Eso es lo que busca con cada libro que hace?
RN: ¡No, eso es con éste en especial!. Para mi escribir es dar, no es otra cosa... ¡Es dar mi experiencia y quizá, lo mejor de mi!
Publicada en la página web del Instituto de Liderazgo Simone de Beauvoir
http://www.ilsb.org.mx/05actividades/presentaciones/entrevistaNissan.htm